¿Cuantas veces hemos hecho una tarta o unos cupcakes que hemos decorado con buttercream de algún sabor y nos ha quedado un buen puñado en la nevera?
Yo muchas, y me digo; "Bueno, algo haré con esto" y al final termina en la basura porque se termina poniendo la mantequilla rancia y no has hecho nada con ella
Pues de ahí mi idea, no sé si se le habrá ocurrido a alguien, pero el tema es que ayer al abrir la nevera y al ver un tupper con buttercream de delicioso turrón me dije;
"A ver, ¿de qué están hechas las galletas? De harina, azúcar y mantequilla. Pues el azúcar y la mantequilla lo tengo ya preparado, así que voy a hacer un experimento
Y el experimento ha salido bien, por lo menos con este buttercream que tenía, así que os cuento como las he hecho. Además quedan perfectas para decorar, aunque se pueden hacer para comer tal cual, que yo ya me he comido una y estaba buena. Quedan esponjosas, pero crujientes y duritas para poder hacer galletas y que no se te rompan al manipularlas.
Así que chicas, a aprovechar vuestros restos de buttercream y a hacer galletas, además os saldrán con el sabor del buttercream que tengáis
INGREDIENTES
350 g de buttercream preparado ( de ese que tengáis que os ha sobrado de algún postre)
410 g de harina de trigo
un huevo y una clara
una cucharadita de esencia de mantequilla
unas gotas de esencia del sabor del buttercream ( opcional)
Y eso es todo ahora la preparación que es lo mismo que en las galletas de mantequilla
Primero sacamos unos 15 minutos antes el buttercream para que no esté demasiado duro, lo pasamos a la amasadora y lo volvemos a batir hasta que quede cremoso. Paramos la máquina y bajamos los restos de las paredes del bol.
Añadimos el huevo junto con la clara batido poco a poco, hasta que esté bien mezclado, y por último las esencias.
Como el buttercream que tenía era de turrón he echado unas gotas de esencia concentrada de turrón, para que le de más sabor todavía
Una vez que tenemos todo bien mezclado echamos la harina y mezclamos a velocidad lenta hasta que tengamos una bola y notemos que se despega del recipiente
Recordad que os tiene que quedar una masa elástica, que no se pegue en las manos pero que no se agriete. Si se os agrieta la masa os saldrán las galletas como pastas,estarán ricas, pero se os desharán, y si la masa está muy líquida os pasará que os quedarán blandas, así que la textura justa
Tienen que quedar crujientes, a la vez esponjosas y resistentes
Una vez que tengáis la masa preparada, la sacáis del vaso batidor y la termináis de amasar a mano, así notáis si la textura es la justa. Podéis añadir algo más de harina si la notáis muy líquida o añadirle un poco de miel si está muy granulosa. Pero a mi con estas medidas me han quedado perfectas
Como siempre, una vez que ya está bien amasada, pero no en exceso para que no coja aire, la alisáis entre dos papeles de horno y a la nevera, mínimo dos horas
Ya solo queda cortar y hornear durante unos 15 minutos (depende de lo grandes que sean)
Cuando ya tengáis todas las galletas horneadas, para que el resultado sea mejor, las metéis de nuevo en el horno apagado pero algo caliente durante un cuarto de hora más
Saldrán crujientes y buenísimas
Espero que os haya gustado,y aprovechéis mucho vuestros restos
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