Como el tamaño no era demasiado grande el campo se quedó un poco escaso para decorar y decidí ponerla una bufanda para que fuera un poco graciosilla y aunque ya llega el verano, la bufanda sé que se la ponen aunque haya una temperatura de 40ºC jejejej
La tarta era de crema de limón y trufa y el bizcocho de vainilla.
El bizcocho era un sencillo 4 cuartos, que es el que normalmente hago bien bañado de almíbar de
limón. Podéis ver la receta del bizcocho en cualquiera de las tartas que tengo hechas
PARA EL BUTTERCREAM DE LIMÓN
200 g de mantequilla sin sal
300 g de azúcar glas
2 cucharadas ( o al gusto) de aroma en pasta de limón
Ponemos en la amasadora la mantequilla, el azúcar tamizado y el aroma de limón. Batimos a velocidad lenta durante unos minutos hasta que se mezcle todo bien. Subimos a velocidad máxima y seguimos batiendo durante unos 5 minutos hasta que quede la mezcla cremosa
PARA LA CREMA DE TRUFA
1
2 Bricks pequeños de nata líquida
1 tableta de chocolate para fundir
Ponemos la nata al fuego hasta que casi hierva. Apagamos el fuego y echamos el chocolate troceado, removemos bien hasta que esté bien disuelto y se forme una crema. Metemos en la nevera entre 1 y 2 horas. Sacamos y batimos con las varillas hasta que quede cremoso
PARA EL GANACHÉ DE CHOCOLATE
un brick de nata líquida 33% grasa (200 g)
400 g de chocolate para fundir
Ponemos la nata a hervir y la vertemos encima del chocolate cortado previamente en trocitos. Dejamos reposar unos 5 minutos y removemos bien con una cuchara hasta que esté la mezcla cremosa. Si nos hace falta, podemos meter en el microondas de 20 en 20 minutos hasta que se deshaga bien todo el chocolate. Removemos hasta que tengamos una mezcla cremosa y brillante
Dejamos reposar una media hora para que endurezca un poco y ganacheamos bien toda la tarta, que quede bien lisa, por los laterales, por encima, por todos sitios
Rellenamos una capa de trufa y otra de limón, nivelamos bien y metemos en la nevera durante media hora más o menos.
Sacamos la tarta y la ganacheamos hasta que esté bien lisa, sin imperfecciones. Dejamos la tarta en la nevera toda la noche para poder decorar en condiciones al día siguiente
Y eso es todo. ¿Fácil verdad? Pues espero que os haya gustado.
Nos vemos en el próximo post
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